Diálogo

Karol Fernández, doctora en Economía:“Eliminar los retiros programados atenta contra la libertad”

Académica del Centro de Políticas Públicas de la Facultad de Economía y Negocios de la USS analiza los factores que han incidido en las bajas pensiones y proyecta que un aumento del 6% en la cotización solo servirá para cubrir los fondos perdidos a raíz de los retiros. En su opinión, igualar la edad legal […]


Académica del Centro de Políticas Públicas de la Facultad de Economía y Negocios de la USS analiza los factores que han incidido en las bajas pensiones y proyecta que un aumento del 6% en la cotización solo servirá para cubrir los fondos perdidos a raíz de los retiros. En su opinión, igualar la edad legal de jubilación entre hombres y mujeres es una medida necesaria.

Por Cecilia Día R.

Las bajas pensiones estuvieron en el centro de las demandas del estallido social que sindicó a las AFPs como las responsables del paupérrimo monto que recibe un alto porcentaje de los jubilados en Chile. Sin embargo, el tema previsional tiene diversas aristas y requiere profundas modificaciones, algunas de las cuales resultan impopulares, por ejemplo, extender la edad legal de retiro de las mujeres. Se trata de una medida necesaria que se debe implementar de manera gradual, plantea la economista Karol Fernández Delgado. 

Académica del Centro de Políticas Públicas de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad San Sebastián, tiene amplia experiencia en el ámbito previsional.  Doctora en Economía por la U. de Oxford y con una maestría en Macroeconomía Aplicada en la Pontificia U. Católica de Chile, fue directora de Estudios de la Subsecretaría de Previsión Social y asesora de estudios de la Federación Internacional de Administradoras de Fondos de Pensiones (FIAP). Con Diálogo abordó la tan postergada reforma previsional y la responsabilidad de las AFPs en la actual situación. 

– ¿Qué factores han incidido en las bajas pensiones?

– Son varios factores. El primero es que la tasa de cotización se ha mantenido fija por muchos años, desde los 80, en un 10%, y en estos 30 años han pasado muchas cosas, como que las rentabilidades han caído y también la expectativa de vida de las personas ha aumentado. Entonces, la tasa de cotización no se ajustó a esa nueva realidad. Es un primer factor clave.

– ¿La tasa debería llegar a 16 o 18%?

– El promedio de la OCDE es 18 % y, en Chile, en el sistema antiguo, era 22%, entonces, yo creo que la tasa tendría que estar entre 18 y 20%. Es a lo que uno debería apuntar, especialmente después de los retiros, porque subir un 6% la cotización era antes de que se hubieran hecho los retiros, ahora ese incremento solo va a venir a compensar lo que se retiró. No va a ser suficiente.

– ¿Qué otro factor podría mencionar?

– En Chile hay mucha movilidad de los trabajadores del sector formal al informal, por ejemplo, una mujer pasa alrededor del 60% de su vida laboral en el sector informal, ese es un problema.

– Eso genera las lagunas previsionales.

– Claro, eso genera las lagunas previsionales, por ejemplo, los hombres cotizan como el 63% de los meses que pudieron haber cotizado, en cambio las mujeres cotizan solo el 50%. Eso significa que, si una mujer trabaja por 40 años, estuvo 20 años sin cotizar, eso afecta mucho la pensión.

– ¿Hay algún otro factor?

– Los salarios. El mercado laboral en Chile todavía tiene salarios muy bajos, si ves el salario promedio está como en 650 mil pesos, eso es muy bajo. Si tienes un salario bajo, no puedes aspirar a tener una pensión muy alta. Además, hay factores externos como que aumentó la expectativa de vida y bajaron las rentabilidades, cuando el sistema partió teníamos rentabilidades de 8 o 10% fácil, ahora las rentabilidades andan con suerte en 2 o 3%, lo que ha ocurrido en todo el mundo.

– No obstante, estos aspectos, la gente tiende a culpar a las AFPs de las bajas pensiones, ¿qué responsabilidad se les puede atribuir?

– La principal responsabilidad que se les puede achacar a las AFPs es que no dieron la voz de alerta a tiempo, porque tenían la información suficiente para haber anticipado que se venía esta crisis, y nunca tomaron un rol propositivo. Estuvieron muy pasivos por muchos años, sin advertir a los gobiernos que con el 10% ya no iba a ser suficiente. Ahora en lo que respecta a la tarea propiamente tal de las AFPs, dar el mejor rendimiento posible a sus afiliados, han hecho la tarea bien.

La académica complementa: “siempre sale la estadística de que, por cada mil pesos que tiene una persona en su cuenta individual, 750 corresponden a rentabilidad y solo 250 son cotizaciones, entonces, en ese punto, de hacer rentar los fondos, lo han hecho bien. Muchas veces la gente se queda viendo el corto plazo y dice el año pasado perdí 10%, pero la mirada no puede ser tan corta, porque en los fondos de pensiones uno tiene que mirar la rentabilidad a 30 años más o menos, que es el plazo en que uno se va a jubilar. En ese período largo, las AFPs lo han hecho muy bien”.

– Pero esta tarea se hará cada vez más cuesta arriba por las condiciones de los mercados internacionales.

– Sí, por eso es importante que, si se va a hacer una reforma, también se incluya el tema de las inversiones. El sistema de inversiones que tienen las AFPs es muy anticuado, porque se basa en límites de inversión en tipos de activos, a las AFPs les dicen: usted puede invertir 40% en esto, 30% en esto otro y así. Lo que se está haciendo en el resto del mundo, en países más desarrollados, es que se ponen límites por riesgo, el riesgo absoluto de la cartera, y con eso se le da libertad de acción a la AFP sobre el tipo de instrumento que elija siempre cuando se mantenga dentro de los parámetros de riesgo. 

Futura reforma

El gobierno anunció una reforma previsional que sería enviada al congreso este mes. En el trabajo prelegislativo, han adelantado algunas medidas como el fin del retiro programado y el aumento de la tasa de cotización en un 6% con cargo al empleador.

– ¿Qué opina sobre la propuesta de pasar el 6% de cargo al empleador a un fondo solidario?

– No tiene mucho sentido desde que se aprobó la PGU, que vino a dar un piso de protección social a todos los pensionados, cubriendo ahora al 90% de los adultos mayores. El esfuerzo debería ser impulsar la PGU, llevarla del 90 al 100%, y ojalá mejorando un poco los montos, pero no tiene mucho sentido, si ya se está entregando esa solidaridad por medio de los impuestos generales que pagamos todos los chilenos, que se quiera poner un nuevo componente solidario, pero que va a ser pagado solamente por los trabajadores formales. Es, al final de cuentas, una solidaridad obligatoria que va a castigar al trabajador formal. 

La economista agrega que esta modificación es preocupante, “porque uno de los principales problemas de las bajas pensiones es la informalidad laboral, esos periodos en que las personas no cotizan y si a esto le sumamos que se va a agregar un 6% de cotización, que no será ahorro propio, sino que, en cierta medida un impuesto, puede generar un aumento de la informalidad. Por tratar de tener esta ayuda, vamos a terminar peor, porque puede aumentar la informalidad y eso va a hacer que las pensiones sean aún más malas”.

– ¿Cuál es su opinión sobre la posibilidad de acabar con los retiros programados y dejar solo rentas vitalicias con un componente de heredabilidad?

– Eso yo lo encuentro muy grave, creo que eliminar los retiros programados atenta contra la libertad de los trabajadores, de los pensionados, de elegir el esquema de pensión que a ellos les acomode, porque uno y otro tienen ventajas y desventajas. En el retiro programado, la persona mantiene la propiedad de los fondos, y va haciendo retiros paulatinos durante toda su vida, por medio de la pensión y si hay un saldo remanente al momento de que esa persona fallezca, ese fondo se puede convertir en una pensión de sobrevivencia o una herencia. En cambio, en las rentas vitalicias, la persona entrega todo su capital a una compañía de seguro, que se compromete a pagarle la pensión de por vida, y obviamente, si a eso se le agrega un factor de herencia, va a tener un costo, eso implica que la persona va a recibir una pensión más baja. En el fondo se estaría obligando a la gente a tener que comprar una renta vitalicia, y eso no me parece que sea justo, porque cada uno tiene la capacidad de elegir lo que le acomoda más de acuerdo con su núcleo familiar, sus condiciones personales, su aversión al riesgo, cuanto cree que va a vivir.

Edad de jubilación

Un tema que genera polémica es la extensión de la edad legal de jubilación de las mujeres. “Es necesario igualar la edad de jubilación de hombres con mujeres, de hecho, hay múltiples estudios que dan cuenta de que la diferencia de edad de jubilación es la principal determinante de las brechas de género en pensiones”. Admite que tiene un costo político, “pero hay distintos mecanismos que han tratado de empujar a las mujeres a postergar voluntariamente su edad de retiro, por ejemplo, el bono por hijo se paga a partir de los 65 años, la PGU también. Con eso se busca que voluntariamente las mujeres posterguen su edad de jubilación a los 65, sería importante que legalmente se haga, pero siempre es importante que sea paulatino, países que han igualado la edad de jubilación lo han hecho dos meses, tres meses por año, hasta que se logre la igualdad”.