Diálogo

Waleska Ureta, directora nacional SJM: “La migración siempre ha sido un tema que polariza, que se utiliza políticamente”

Una mirada humanitaria y procesos de integración idóneos han faltado para gestionar de mejor manera la migración, sostiene la directora nacional del Servicio Jesuita a Migrantes.  Admite que la ausencia de una buena gestión afecta tanto a la comunidad migrante como a la receptora.


Por Cecilia Díaz R.

La migración es uno de los mayores desafíos de nuestros tiempos. Oleadas de ciudadanos en busca de mejores perspectivas de vida ponen a prueba a sociedades cada vez menos acogedoras con los forasteros. Una realidad que observamos a diario en nuestro país, donde, por diversos motivos, se nota reticencia al inmigrante, en especial a algunos inmigrantes.

Según un estudio de percepción de Datavoz, la mayoría de los chilenos asocia la inmigración con un aumento de la delincuencia. En 2024, un 63,4% de los encuestados se mostró de acuerdo con la afirmación “a mayor inmigración, mayor delincuencia”, un aumento del 8,4% en comparación con 2021. Además, la creencia de que “los inmigrantes generan más beneficios que problemas para el país” cayó del 25,9% al 18,6%.

Frente a esa situación, el trabajo constante del Servicio Jesuita a Migrantes cobra relevancia. Su directora nacional, Waleska Ureta Cañas, sostiene que el problema se ha complejizado, porque no ha sido bien gestionado y se ha abordado solo desde la dimensión de seguridad.

– ¿Cuál es su visión de la situación migratoria en el país? ¿Estamos ante un problema grave?

– Estamos en un momento en que la migración no está siendo gestionada de manera idónea. Tomando solo medidas que tienen que ver con la seguridad del Estado, que es un deber obviamente y esperamos que lo haga, no se resuelve el tema migratorio de las personas que ya están acá. Tenemos que entender que estamos en una de las grandes crisis sociales, políticas y económicas que está viviendo el continente, como la venezolana o la haitiana, y eso trae como consecuencia que haya desplazamientos forzados, migración forzada. Las personas no toman la decisión, no les queda otra alternativa, solamente que emigrar. Desde ahí creemos que la situación se complejiza cuando no está bien abordada, o cuando está siendo abordada solamente desde una dimensión.

“Tomando solo medidas que tienen que ver con la seguridad del Estado, que es un deber obviamente y esperamos que lo haga, no se resuelve el tema migratorio de las personas que ya están acá”.

– El presidente Boric dijo recientemente que el país no puede recibir a más migrantes, ¿qué plantea frente a eso?

– Uno puede entender que se den esas declaraciones. Pero también, de vuelta, uno exige dónde está la data que hace que se opine eso, dónde está el fundamento técnico. No ha habido políticas públicas que aborden la migración de manera integral y que desde ahí uno pueda hacer un análisis cuando ya se ha hecho todo lo que se debe hacer para poder acoger a las personas.

Coordinación internacional

La directora recalca que Chile no puede solo frente a esta crisis. “Esto también requiere que haya coordinación internacional. Chile no va a resolver lo que está sucediendo. Se necesita coordinación internacional para poder abordar una crisis que es humanitaria, son personas que van a salir sí o sí, dado que no les es posible seguir viviendo en sus países de origen”.

Ante eso se pregunta: “¿Qué vamos a hacer? ¿Vamos a hacer que cierren la puerta? Es como cuando se está incendiando la casa del vecino, ¿le voy a cerrar la puerta a mis vecinos? ¿Que se queden ahí a la intemperie, cuando su casa no está en condiciones de acogerlos? Es una gráfica, una metáfora. Pero acá lo que está ocurriendo es eso, están sucediendo cosas muy críticas en los países de origen de las personas que están migrando”.

El contexto, agrega, exige una coordinación internacional.  “Los países tienen que hacer una coordinación que pueda acoger y que pueda ser comprensiva de la situación humanitaria que se está viviendo y no restrictiva, porque finalmente son personas. ¿Dónde van a quedar esas personas?”.

– Aparte de la coordinación internacional, ¿qué otras medidas han faltado para gestionar de buena manera esta crisis?

– Lo que nosotros hemos venido diciendo desde siempre, y lo básico, es el tema de la regularización de la condición jurídica de las personas. Cuando las personas están de manera irregular en los países, no se pueden hacer procesos de integración que sean armónicos y que sean idóneos. Se necesita estar regular en un país para poder entrar al circuito social, para poder estar en los espacios laborales, para poder tener un arriendo digno. Todas las cosas se ven limitadas, porque las personas que hoy están de manera irregular en Chile no han podido hacer procesos de integración reales.

Añade: “Ha faltado esa mirada comprensiva, que vea qué es lo que vamos a hacer con las personas que están en Chile, que ya han llegado y que necesitamos urgentemente hacer procesos de integración. Entonces, desde ahí, mirar los casos que pueden ser reconocidos como refugio, los casos que se pueden regularizar en términos de visa”.

Admite que, así como han faltado procesos que apunten a la integración, partiendo por la regularización, también se requieren procesos que faciliten la convivencia intercultural. “Uno no puede ser ciego y obviamente también la comunidad receptora se ve afectada cuando no hay una migración que esté bien gestionada”.

“Ha faltado esa mirada comprensiva, que vea qué es lo que vamos a hacer con las personas que están en Chile, que ya han llegado y que necesitamos urgentemente hacer procesos de integración”.

– Respecto de eso, ¿ha visto una evolución en la recepción de los chilenos respecto a los migrantes? Se ve mayor rechazo.

– Hay varias cosas que se juntan, tiene que ver con que, cuando la migración no está bien gestionada, produce mermas en la cohesión social, está escrito, hay evidencia de eso, la comunidad receptora se ve afectada cuando no hay una buena gestión de la migración.

Pero no es lo único en opinión de Waleska Ureta. “Además está el tema de cómo a nivel de la ciudadanía, en lo público, se está mirando la migración, se está percibiendo la migración, tiene que ver con las narrativas que se instalan desde el Estado, desde la política general, desde el oficialismo, desde la oposición, cómo los medios de comunicación van instalando narrativas que van reforzando la percepción negativa de la ciudadanía y se va instalando esa narrativa y se va, en el fondo, instalando también la percepción de las personas. Y eso le hace muy mal al país, y que se siga tratando un tema que es multidimensional, desde solamente la vereda de la seguridad, por ejemplo”.

La directora nacional del SJM recalca: “desde nuestra vereda hay mucho por hacer en los temas de migración, para que podamos, desde una mirada regional, atender la situación humanitaria tan crítica que están viviendo millones de personas, convengamos que casi 8 millones de venezolanos y venezolanas han salido de su país y eso te habla de que esto no es que han salido porque han querido, hay una migración forzada”.

– Algunos proponen limitar el acceso a ciertos beneficios sociales para que el país no sea atractivo para los migrantes. ¿Qué dice usted al respecto?

– Para nosotros siempre la mirada va a ser desde los derechos humanos. Para nosotros aquí hay un tema de derechos humanos que Chile y los países del continente tienen que dar cuenta. Nosotros hemos ratificado las convenciones de derechos humanos y desde ahí los marcos legales tienen que funcionar. Y esto de restringir el acceso a derechos que son fundamentales y no entender que hay una crisis migratoria se escapa de la visión de los derechos humanos. Entonces, me parece que es muy importante que todas las propuestas que se hagan deben tener ese filtro.

-En el caso de aquellos migrantes que han quebrantado la ley. Si es difícil la expulsión, ¿qué hacer en esa situación?

– Para nosotros el delito tiene que ser perseguido y sancionado como corresponde con todo lo que la ley exige y comanda. Entonces, para nosotros el delito, independiente de la nacionalidad de las personas, tiene que ser perseguido, tiene que ser sancionado y la sanción tiene que llevar todo lo que la ley dicta, desde ahí, que haya expulsión o no haya expulsión, que se haga lo que la ley comande. No tenemos una visión que sea distinta si es una persona inmigrante o es nacional.

– En época de elecciones será un tema que se va a utilizar.

– Sí, en el mundo la migración siempre ha sido un tema que polariza, que se utiliza

políticamente, eso le sigue haciendo muy mal a los países, a las sociedades, a la integración, a la cohesión, y lo que se va instalando son temas más xenofóbicos, racistas, que le hacen muy mal a todos los países y que, finalmente, desde lo humano, no va acogiendo el drama humanitario que están viviendo tantas personas, incluidos niños, niñas adolescentes, adultos mayores, personas con discapacidad.

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