Erik Álvarez Labán
Académico Facultad de Medicina UCSC
Hace unas semanas el Hospital Regional Guillermo Grant Benavente se vivió un hito para la salud pública, porque por primera vez, fuera de Santiago, se realizó un doble trasplante de corazón y riñón, gracias a un donante que permitió hacer el doble trasplante de ambos órganos.
Según el portal “Yo Dono Vida” del Ministerio de Salud, la cantidad total de trasplantes a nivel nacional en 2023 fue de 527, cifra superior a la del año anterior. Sin embargo, estos números, a pesar de ser auspiciosos, puestos en contexto, nos develan una realidad a la que debemos contribuir todos como sociedad. Las más de tres mil personas que están esperando un trasplante en este momento, muestran una gran brecha entre los logros y las necesidades.
Existiendo en nuestro país un sistema de salud con capacidades y recursos sustentados en equipos de salud altamente especializados para dar respuesta a esta necesidad imperiosa con un proceso bien organizado y transparente, la parte de la ecuación que no está respondiendo a la altura de las circunstancias, es la que tiene que ver con los donantes.
Aunque en Chile, la ley establece que toda persona mayor de 18 años es considerada donante de órganos una vez fallecida; nuestra tasa de donantes alcanza a los 10,4 por millón de habitantes, lo que nos pone muy por debajo de países de la OCDE, que tienen tasas del orden de los 49 donantes por millón de habitantes.
En nuestra Región este es un tema de relevancia y ha tenido grandes avances. De todas maneras, si consideramos que el año pasado, el Hospital Regional Guillermo Grant Benavente registró una alta negativa a donar los órganos de un ser querido fallecido, en circunstancias de que este recinto asistencial a partir de 2024, está en condiciones hasta de realizar trasplantes de pulmón, los que a la fecha sólo podían ser realizados en Santiago.
Los esfuerzos deben ser puestos en mantener este tema vigente, visible, incorporarlo especialmente en el diálogo familiar; de tal manera que, de ser puestos frente a la sensible circunstancia de perder un ser amado, el dolor no termine por nublar nuestra conciencia, de que este sufrimiento tenga el sentido de dar vida y a varias personas, si consideramos que los 527 trasplantes del 2023 se lograron a partir de 197 donantes efectivos. Otra cosa importante es incluir a niños y niñas en la conversación, para hacer conciencia sobre este tema, tempranamente.