Diálogo

Los riesgos del Populismo

Tres analistas políticos se refieren a esta forma de ver el servicio público y que suele engañar a los electores. En la actualidad, coinciden todos, existen rasgos de populismos en Chile, pero aún lejos de otras realidades que, paradójicamente, están muy cerca, en otros países de Latinoamérica. Por Ángel Rogel Álvarez El próximo 27 de […]


Tres analistas políticos se refieren a esta forma de ver el servicio público y que suele engañar a los electores. En la actualidad, coinciden todos, existen rasgos de populismos en Chile, pero aún lejos de otras realidades que, paradójicamente, están muy cerca, en otros países de Latinoamérica.


Por Ángel Rogel Álvarez

El próximo 27 de octubre se realizarán las elecciones municipales y regionales donde se elegirá a los próximos alcaldes, concejales, gobernadores y consejeros regionales que permanecerán por cuatro años en sus cargos. Se trata de dos elecciones diferentes, pero en ambos casos se eligen a líderes cercanos, cartas que son conocidas en sus territorios.

El caso de las regionales se tratará de la segunda elección, desde que existe este nuevo sistema administrativo, tras la eliminación del cargo de intendente. Las municipales tienen más historias, y para muchos es la antesala de las presidenciales del próximo año, una carrera que, por cierto, ya comenzó. Es en este contexto, que el concepto populismo surge cada cierto tiempo, tanto como para advertir sobre determinadas propuestas o sobre los peligros que pudieran originar, ejemplificando con países que ya han tenido que afrontar ese fenómeno y que están muy cerca de nosotros.

Así, surgen algunas interrogantes: ¿qué es el populismo? ¿Cuáles son sus peligros? ¿Existe en Chile? ¿Cómo se diferencia de las fake news o noticias falsas? Tres analistas y estudiosos del marketing político responden estas interrogantes, y nos entregan una aproximación al escenario en que nos encontramos como país y sociedad.

Líder carismático e ideas demagógicas

Al momento de entregar una definición de populismo, los consultados coinciden en que no existe consenso y que muchas veces se da cierta ambigüedad. Sin embargo, los cientistas políticos Miguel Ángel Fernández, y Danilo Herrera, coincidieron en una eventual definición del concepto.

“La definición que ha tomado más fuerza en los últimos 15 años es aquella que establece que es un símil de una ideología delgada. ¿Qué quiere decir eso? Es una definición del mundo que hace partir a la sociedad en dos grupos antagónicos, uno representado por un pueblo virtuoso (…) que se enfrenta a una elite corrupta que, de alguna forma, ha permeado las instituciones”, dijo Fernández, también académico de la Universidad del Desarrollo, UDD.

“Es un enfoque político que busca representar los intereses y preocupaciones del ‘pueblo común’ en contraposición de una elite percibida como corrupta y desconectada, a menudo se caracteriza por contar con un líder carismático”, apuntó el segundo, quien además es director ejecutivo de la Factoría Pública.

El analista político y académico de la Universidad Andrés Bello (UNAB), Felipe Vergara, aportó otra idea, manifestando que se trata de transmitir y proponer ideas demagógicas “sin un sustento válido para que generar afinidad u simpatía en el electorado. Cuando se transmiten cosas que son irreales o incumplibles (…). Son bastante dañinas, no solo porque no son realizables, sino también porque muchas veces van en contra de los principios democráticos y los derechos y deberes que tiene uno como ciudadano.”

“(El populismo) aparece como un enfoque político que busca representar los intereses y preocupaciones del ‘pueblo común’ en contraposición de una elite percibida como corrupta y desconectada, a menudo se caracteriza por contar con un líder carismático”.

Miguel Ángel Fernández, académico UDD.

Agregó que en la actualidad es habitual encontrarse con frases populistas, sobre todo, en materia de seguridad. Por cierto, esto tipo de prácticas no “es propiedad” solo de un sector. Una frase como “No más AFP”, también tiene rasgos populistas, sostuvo Vergara, porque no propone nada de vuelta.

Ausencia de diálogo

El académico de la UNAB sostuvo que los peligros del populismo están directamente asociados con los efectos que pueden generar en la ciudadanía, primero altas expectativas y luego desilusión. Lo anterior, siguiendo la línea de propuestas irrealizables que comunicacionalmente pueden generar muchos réditos. Los populismos, coincidió Vergara con sus colegas, están asociados a los polos políticos, ya sean de extrema derecha o extrema izquierda, que muchas veces se terminan perpetuando en el poder.

Fernández ahondó en otro punto. Comentó que el populismo se salta la representación de las instituciones electas (municipales, regionales y/o nacionales), pues la voluntad popular está encapsulada solo en un líder.

“También afecta las decisiones públicas. Por ejemplo, en materia económica, saca la técnica económica o las decisiones racionales (…) y las cambia por un discurso emocional”, sostuvo. Agregó, que la polarización de la sociedad, donde un bando gana y otro pierde, sin posibilidad de diálogo o de acuerdos, es otro de los peligros del populismo.

Para Danilo Herrera si bien las iniciativas populistas pueden generar un mayor interés en la población de participar en procesos electorales, son peligrosas porque “la mayoría de sus propuestas son irresponsables o van en contra de los Derechos Humanos, o de las normativas vigentes. Se intenta salvaguardar este tipo de comportamiento a lo que llaman el sentido común, pero, la mayoría de las veces, ponen en peligro la democracia”.

Campo abierto

En medio de este debate bien vale la pena preguntarse si existe el populismo en Chile. Miguel Ángel Fernández enfatiza que no. A la fecha, en su opinión, no habido surgimiento de figuras al estilo de Hugo Chávez, Alberto Fujimori o Carlos Saúl Menem, pero pone el estado de alerta.

“La polarización de la sociedad chilena; el deterioro en la confianza en las instituciones; la atomización del sistema de partidos, donde es muy difícil diferenciar entre los que surgen por ideas programáticas o rencillas personalistas, deja el campo abierto para el surgimiento de populismos. Lo que sí hemos visto son rasgos populistas en los discursos de los candidatos”, manifestó.

Miguel Ángel Fernández sostuvo existen rasgos populistas cuando los postulantes a algún cargo de elección popular contraponen el patriotismo contra alguna ideología política o cuando se dice que el pueblo se manifiesta solo en las calles y no en las urnas.

“Cuando se transmiten cosas que son irreales o incumplibles (…) son bastante dañinas, no solo porque no son realizables, sino también porque muchas veces van en contra de los principios democráticos y los derechos y deberes que tiene uno como ciudadano.”

Felipe Vergara, analista político.

Siguiendo la línea de su opinión y a diferencia de lo manifestado por Fernández, Felipe Vergara cree que existe populismo en existe en Chile, aunque es mucho más evidente en otros países de Latinoamérica. “Uno lo ve en los perfiles de potenciales candidatos en distintas esferas políticas que tienen claramente rasgos populistas y hacen de eso un show mediático. En Chile, en particular, los candidatos populistas absorben a los candidatos serios que no logran transmitir sus ideas, porque se enfrentan a quienes se encargan de vender un humo que, a la ciudadanía, muchas veces, le llega a hacer sentido”, enfatizó.

Herrera coincidió con Vergara, pero fue más directo y ejemplificó con personeros de todos los sectores. En su opinión, Franco Parisi es populista pues “entrega soluciones sencillas a problemas complejos” y recordó que alcanzó la tercera mayoría en la última elección presidencial. En la misma línea, mencionó a José Antonio Kast por su política antimigratoria. Y en “la izquierda también hay”, dijo, al mencionar a la diputada Pamela Jiles y su insistencia en el retiro de fondos desde las administradoras de pensión.

Los tres analistas consultados coincidieron en que las fake news o noticias falsas es una de las herramientas que utiliza el populismo para lograr sus objetivos de llamar la atención. Vergara comentó que, lo lamentable del hecho, es que muchas veces se instala una idea como una verdad, que luego es muy difícil de desmentir, producto de la proliferación de las redes sociales. En ese caso, Fernández apunta una idea que, aseguró, es muy importante considerar, “la solidificación de percepciones de los individuos, que terminan creyendo aquello con lo que se siente cómodos y rechazando las verdades que los hacen sentir incómodos”.