
Distintas iniciativas locales apuntan a derribar las barreras físicas y permitir la práctica de la actividad física para todos por igual en lugares seguros.
Por Camila Meza S.
Brindar oportunidades de forma justa y equitativa es sinónimo de deporte adaptado. Algunos lo consideran una herramienta que potencia el equilibrio y otros lo ven como una oportunidad para desarrollar nuevas capacidades sin limitaciones.
El deporte adaptado se traduce en aquella modalidad deportiva que se ajusta a grupos de personas en situación de discapacidad, mediante la adecuación de sus reglas o implementos, a lo que suman aquellos deportes especialmente diseñados para ellos con el fin de permitirles su práctica. Estos acomodamientos no deben implicar o conllevar la pérdida de la esencia misma del deporte.
En Chile se determinó que un 60% de personas en situación de discapacidad, mayores a 13 años, son inactivas físicamente y sólo un 14% se considera activa. Para la obtención de estos datos preliminares fueron entrevistadas 4.393. Los resultados reflejan que el 80% no participa en talleres ni eventos de actividad física o deportiva. Las cifras anteriores fueron entregadas en el II Estudio Nacional de Actividad Física y Deporte en Personas con Discapacidad de Chile (Enadis ID), difundido en marzo de 2021.
El escenario anterior tendría causas diferentes: desmotivación, falta de tiempo y/o su condición de salud debido a la discapacidad. Incluso, algunos señalan que sólo practicarían deporte si fuese indicado por alguna razón de salud, si hubiese recintos deportivos adaptados para su condición y si tuviesen un acompañante.
Iniciativas regionales
La realidad mencionada anteriormente conlleva un desafío para quienes están del lado del desarrollo y práctica de la actividad física y, también, de quienes desean una mayor equidad. En la Región del Biobío se han levantado algunas iniciativas que apuntan a potenciar estas disciplinas, siempre con la idea de visibilizar y generar conciencia social en este ámbito.
En San Pedro de la Paz se encuentra el equipo de goalball “Renacer”, que se formalizó en 2013 al obtener personalidad jurídica. Surgió con el objetivo de dar respuesta a la necesidad de personas con discapacidad visual y permitirles el uso de espacios deportivos aptos. Con el tiempo, esta agrupación se abrió a la comunidad para generar inclusión desde la discapacidad, entregando herramientas, técnicas y conocimiento. Ejemplo de ello es que han realizado talleres de cocina y también otros relacionados a la utilización de tecnologías, todo esto para personas ciegas.
Actualmente “Renacer” cuenta con 20 integrantes, 15 de ellos con discapacidad visual. Este club se reune cada lunes, miércoles y sábado en el gimnasio del sector Candelaria, donde entrenan para participar de campeonatos y torneos, tanto regionales como nacionales.
Uno de los integrantes es Nicolás Pizarro, quien participaba en partidos y competencias de fútbol. A los 19 años Nicolás perdió el sentido de la vista, producto de una enfermedad congénita, y a raíz de aquello comenzó a practicar goalball por no querer dejar de realizar deporte.
“Al principio no quería jugar goalball, yo quería seguir en el fútbol, pero lo hice para distraerme y después, de cuatro a cinco meses, me empezó a gustar. Me escogieron para el campeonato Paranacional y llegué a la selección Nacional, pero por otros motivos no pude seguir. Actualmente juego como central en ‘Renacer’ y decidí quedarme aquí porque percibí que tenía futuro”, indicó el joven que estudia Servicio Social.
Pizarro agregó que “estoy conforme porque he respondido bien a ciertos estímulos, he vivido buenas experiencias en el equipo y se han logrado cosas. El goalball me ayudó a conocer a otras personas y otros países como Argentina, en ese sentido sí estoy orgulloso”.
Jessfree Mendoza, profesor de Educación Física y entrenador de goalball en la misma agrupación, manifestó que “el haberme incorporado al goalball es súper importante para mí, profesional y personalmente, porque es un ente rehabilitador y competitivo, por lo que es doblemente atractivo. Me quiero dedicar y capacitar al máximo para entregar lo mejor al equipo y ojalá llegar a la Selección Nacional. Ahora estoy haciendo un magister de ‘Coaching Deportivo y Psicología de Alto Rendimiento’ y ese conocimiento quiero aplicarlo a mis labores, pues mi expectativa es lograr ganar campeonatos”.
Mendoza explicó que en este club solo participan personas mayores de edad. Sin embargo, no descartan la incorporación de menores, previa petición de los padres.
Apostando a lo inclusivo
Club Deportivo Golkutun nació el 18 de febrero de 2019. Surge con la idea de formar un espacio de participación para personas con y sin discapacidad en un entorno seguro. Específicamente se crea una escuela de fútbol inclusiva que está dirigida a cualquier persona que quiera aprender gratuitamente de fútbol, a través de diferentes metodologías de trabajo, como son el “fútbol base”, “fútbol inclusivo” y “fútbol3” con la finalidad de aumentar la comunicación, la toma de decisiones y las habilidades de mediación de conflictos, generando una igualdad de oportunidades para los participantes.
“La idea es aumentar la cantidad de participantes con el apoyo que genera la familia en este tipo de iniciativas, debido a que sin el apoyo no se puede conocer ni mejorar el potencial que tiene cada persona”, Jorge Santibáñez, presidente Club Deportivo Golkutun.
En la actualidad en la escuela de fútbol inclusiva hay 23 personas, de las cuales algunos presentan discapacidad intelectual leve o moderada. El grupo entrena cada miércoles y viernes en estadio El Morro de Talcahuano. “El equipo de trabajo ha rotado desde su apertura, pero destaco el aporte profesional de Cristian Galloso, Sebastián Freire, Juan Pasmiño, Ignacio Salinas y Douglas Oñate”, comentó Jorge Santibáñez, presidente del Club.
Para Santibáñez los desafíos más próximos son fortalecer la escuela a través de la articulación con nuevos socios e instituciones y también la creación de nuevos espacios en distintas comunas del Gran Concepción. “La idea es aumentar la cantidad de participantes con el apoyo que genera la familia en este tipo de iniciativas, debido a que sin el apoyo no se puede conocer ni mejorar el potencial que tiene cada persona”, argumentó.
Sobreprotección
Dentro del deporte inclusivo, una de las problemáticas identificadas, por parte de quienes practican y de quienes se dedican a preparar a los jugadores, es que la primera barrera o dificultad es el miedo de quienes actúan como tutores y cuidadores. Esto porque, en su aspiración de protegerlos, desean evitarles caídas, daños, lesiones o malos ratos. Sin embargo, especialistas recomiendan ser facilitadores de estas experiencias.
Así lo explica el kinesiólogo y académico de la Facultad de Medicina de la UCSC, Eduardo Reinoso, quien dijo que “el rol de los padres es fundamental, muchas veces son nuestra primera línea de intervención. Si los padres comprenden los beneficios de la actividad física y el deporte adaptado, rápidamente se convertirán en facilitadores del proceso y un pilar fundamental en el desarrollo del deporte de su hijo”.
Para evitar lo anterior, el especialista sostiene que desde la kinesiología se genera un rol prehabilitador y rehabilitador de los deportistas, por lo que siempre intentan hacer una evaluación previa para determinar la funcionalidad del deportista. Ello se basa en la Clasificación Internacional del Funcionamiento, de la Discapacidad y la Salud (CIF – OMS), pero cuando se refiere a deportistas jóvenes o que se están iniciando en el deporte, la evaluación siempre irá de la mano con fomentar el gusto y la diversión por la actividad física, dejando de lado las limitaciones, pues “todos pueden practicar y disfrutar del deporte adaptado”.
“Si los padres comprenden los beneficios de la actividad física y el deporte adaptado, rápidamente se convertirán en facilitadores del proceso y un pilar fundamental en el desarrollo del deporte de su hijo”, Eduardo Reinoso, kinesiólogo Facultad de Medicina UCSC.
Para Reinoso los avances del deporte adaptado en el último tiempo en la zona han sido la promoción y el aumento de interés de las personas con y sin discapacidad por conocer y vincularse con esta área. Ello ha incrementado la participación de agrupaciones dedicadas al deporte adaptado en toda la conurbación de Concepción con deportistas de la zona participando en juegos paralímpicos, encuentro de deportes de escuelas especiales, mayor difusión en las universidades y otros espacios.
“El desafío aún es grande. Se necesitan aumentar los diferentes recursos que se requieren para practicar cualquier tipo de deporte adaptado, recursos humanos, físicos, ya que aún tenemos clubes y agrupaciones que no cuentan con espacios seguros o de acceso universal para entrenar, o transporte para poder llegar a los centro de entrenamiento. También debemos apuntar a mejorar el aspecto económico, considerando que aún el principal ingreso son las rifas y bingos para poder costear los materiales necesarios para entrenar, creo que ese desafío desde las políticas públicas y privadas es de suma importancia”, finalizó el kinesiólogo.