
Su emprendimiento fue premiado por la Cámara de la Producción y del Comercio Biobío en la categoría Pymes Startups. Consiste en la fabricación de filamentos para impresoras 3D a partir de desechos orgánicos y no orgánicos. Un logro alcanzado tras una meteórica trayectoria profesional que comenzó a gestarse tras una beca en la U. de Maine, Estados Unidos. Hoy sueña en grande y quiere llevar sus innovadores productos al mundo.
Por Cecilia Díaz R.
– ¿De qué manera te marcó haber vivido tu infancia en Talcahuano?
– Positivamente, Talcahuano es una comuna de personas de esfuerzo y aguerridas, lo que es algo que siento que me caracteriza.
– Si pudiéramos hablar con tus profesores del Colegio Espíritu Santo, ¿qué crees que dirían de ti?
– Que era muy sociable, y que tenía un muy buen grupo de amigos, que conservo hasta la fecha.
– ¿Eras mateo en el colegio?
– Competitivo diría yo, intentaba estar entre los tres mejores promedios del colegio siempre, y la competencia era agradablemente intensa.
– ¿La peor maldad que hiciste con tu hermano en la infancia?
– Comernos todas las empanadas y pajaritos para el 18 de septiembre, cosa que aún frecuentamos.
– ¿Y de adultos?
– Llevarlo de despedida a Brasil, Paraguay y Argentina y volver dos días antes de que él se fuera a hacer su máster a Canadá.
– De niño, ¿eras más regalón de tu mamá o papá?
– 100% regalón de mi mamá y mis tías.
– ¿El fallecimiento de tu padre de qué manera te influyó?
– Aceleró la madurez y la toma de responsabilidades, fue un paso de niño a adulto mucho más corto, pero que me permitió formar la personalidad y carácter que tengo hoy.
– ¿Por qué te cambiaste al Colegio San Ignacio (San Pedro de la Paz), ubicado a tanta distancia de tu casa?
– San Ignacio entrega los principios que yo perseguía y que me enseñaron en el Espíritu Santo también, pero tiene una cultura deportiva súper desarrollada que me permitía ser deportista de alto rendimiento, y crecer académicamente al mismo tiempo.
– ¿Lo mejor de viajar cada día en tren de Talcahuano a San Pedro de la Paz?
– Cruzar el río Biobío en tren y ver esos maravillosos amaneceres.
– ¿Alguna anécdota que recuerdes de esos viajes?
– El ver llegar el tren a una cuadra de distancia y tener que correr como si el mundo se fuera a acabar para no llegar atrasado a clases.
“UdeC lover”
– ¿Por qué decidiste estudiar Ingeniería Civil Mecánica en la UdeC?
– Desde pequeño fui “UdeC lover” principalmente por el equipo de básquetbol, y a esto sumado que quería ser ingeniero y basquetbolista profesional, era el lugar perfecto para mí. Mecánica me parecía súper desafiante y compleja y me encantaba el desafío de poder “hacerlas todas” durante esos seis años.
– ¿Disfrutaste tus años universitarios?
– ¡A concho! Fueron seis años ultra intensos, que dejaron amistades para toda la vida, tanto académicas como deportivas, y tomar decisiones comiendo pizza con mis amigos es de los panoramas que más extraño.
– ¿Cómo equilibraste los estudios y el deporte?
– Saliendo todos los días a las 7 de la mañana de mi casa y volviendo a las 11 de la noche, además de tener un muy buen grupo de estudio.
– ¿Cuál ha sido tu máximo logro como basquetbolista?
– Ganar la copa Chile el año 2014 jugando por la UdeC.
– Al llegar a la Universidad de Maine, ¿te sentiste académicamente preparado?
– Totalmente preparado académicamente, aunque los laboratorios y equipos que tenían eran muy intimidantes.
ADN emprendedor
– ¿Siempre quisiste emprender?
– De toda la vida, de hecho, mi primer emprendimiento fue una tienda de zapatillas de básquetbol a los 13 años que tuve que cerrar por no saber que existía el IVA.
– ¿Cuál ha sido tu mayor satisfacción con Cicla 3D?
– Llevar la empresa de cero a lo que es hoy, armando el equipo que la lidera.
– ¿Cuál es el secreto del éxito?
– Depende como cada cual mida el éxito, en mi caso, lo que hago para intentar alcanzarlo, es ser muy disciplinado, aperrado y resiliente.
– ¿Cuál es tu próximo desafío?
– Expansión global, llevar desarrollos chilenos al mundo.
– ¿El momento más complejo en la historia del emprendimiento?
– Creo que está entre enfrentar el estallido social, la pandemia, la guerra y la recesión, o quizás todas… es un momento interesante para ser emprendedor.
– ¿Qué características de tu personalidad te han servido para emprender?
– Perseverancia, disciplina, tolerancia a la frustración y lo aperrado.
– ¿A qué persona admiras? ¿Por qué?
– A mi mamá y a mis tías, mujeres fuertes y con carácter, que se formaron en una época con muchas adversidades para ellas.
Viajero apasionado
– ¿Te gusta viajar? ¿Cuál es tu destino favorito? ¿Por qué?
– ¡Me encanta! Foz de Iguazú, por las personas, el clima, la tranquilidad y las cataratas.
– ¿Qué cosas te hacen feliz?
– Pasar tiempo con las personas que amo, viajar, entrenar y jugar básquetbol.
– ¿Algún placer culpable que quieras confesar?
– Me encantan los asados y los postres, podría comerlos todos los días.
– ¿Con qué nos encontraremos después de la muerte?
– Un reencuentro con nuestros seres queridos que ya se fueron. Luego, espero que un paso a una nueva vida.