Comparando los datos con los de 2013, se observa un ligero aumento de las amenazas y agresiones (verbales y físicas) contra la libertad religiosa. Sin embargo, la falta de aportación de datos por parte de algunos países hace difícil conocer con exactitud la magnitud de este problema cada vez más común en el continente.
OIDAC señala en su informe que los países en los que sucedieron más delitos anticristianos fueron Francia, Reino Unido y Alemania. Estos delitos van desde actos de vandalismo hasta agresiones físicas. Los datos ofrecidos por el Observatorio indican que “las formas más comunes de violencia fueron el vandalismo contra las iglesias (62 %) (…) los incendios provocados (10 %) y las amenazas (8 %).
Los cristianos en la vida pública
Los ataques contra los cristianos también están aumentando en el ambiente laboral, donde cada vez más creyentes consideran sufrir algún tipo de discriminación por su fe. El documento de OIDAC afirma que “según una encuesta de 2024 realizada en el Reino Unido, solo el 36 % de los cristianos menores de 35 años afirmaron sentirse libres para expresar sus opiniones cristianas sobre cuestiones sociales en el trabajo”.
Los ataques particulares no son lo único que preocupa al Observatorio. Denuncian que “el año pasado también se produjeron una serie de restricciones a la libertad religiosa por parte de los gobiernos europeos, desde la prohibición de procesiones religiosas hasta la persecución de cristianos por la expresión pacífica de sus creencias religiosas”.
Además de aportar datos, el informe realizado por OIDAC incluye ejemplos concretos de ataques contra la libertad de los cristianos, en el trabajo, la universidad, en el templo o la calle. Menciona también los ataques realizados en redes sociales y programas de televisión. De hecho, algunos estudios realizados muestran que la religión cristiana es la más criticada en los medios de comunicación.
La falta de libertad
Todos estos sucesos han provocado el aumento del fenómeno “self-censorship”, una tendencia cada vez más acusada, especialmente en cristianos jóvenes, de no dar su opinión en espacios públicos por miedo a las represalias.
Otra cuestión incluida en el informe es la falta de libertad que sufren los padres para educar a sus hijos en la fe cristiana, así como los recortes en la autonomía de la Iglesia que está sufriendo, por ejemplo, Bélgica.
OIDAC concluye que los ataques contra los cristianos van en aumento y que cada vez son más frecuentes las agresiones físicas. Esta violencia muestra un ataque directo contra los valores cristianos, que el Observatorio recomienda paliar a través de la concienciación, la reforma legislativa y la formación de los cristianos.