
Más del 94% de las mujeres que no están participando en el mercado laboral lo atribuyen principalmente a las responsabilidades de crianza de hijos o el cuidado de personas dependientes, según la última Encuesta Nacional de Empleo.
Por Tania Merino M.
Durante demasiado tiempo, la maternidad ha sido catalogada como un “problema” que obstaculiza el desarrollo laboral de las mujeres. Las cifras son contundentes en este sentido: según un sondeo de ChileMujeres y Cadem de abril de este año, el 74% de las encuestadas a nivel nacional considera que ser madre tiene un impacto negativo en su trayectoria profesional.
No hay que olvidar que trabajar es un derecho y ser madre una libertad que no debe estar restringida. Por eso, en su mayoría consideran que la igualdad de salarios es la medida más relevante para enfrentar esta situación y más del 70% apoya la flexibilidad horaria como herramienta para compatibilizar sus roles. Además, 60% considera que el teletrabajo sería beneficioso y un 26% menciona la necesidad de contar con apoyo en el cuidado de sus hijos.
Además de las medidas concretas mencionadas anteriormente, es necesario fomentar un cambio cultural profundo que valore la diversidad y la inclusión en el ámbito laboral. Esto implica eliminar los estereotipos de género que asocian a las mujeres con el cuidado del hogar y a los hombres con el ámbito profesional. También es importante promover la educación y la sensibilización sobre la importancia de la conciliación entre la vida laboral y familiar, tanto para las empresas como para la sociedad en su conjunto.
En este sentido, distintas iniciativas legales, como la promulgada a inicios de este año sobre Conciliación de la Vida Personal, Familiar y Laboral, han intentado avanzar en la materia. Este articulado en particular establece el derecho al trabajo a distancia o teletrabajo para personas cuidadoras de niños menores de 14 años, personas con discapacidad y/ o en situación de dependencia, de modo que las o los trabajadores puedan, si la naturaleza de sus funciones lo permite, efectuar todo o parte de su jornada diaria o semanal en esas modalidades.
La maternidad no es el obstáculo
Distintas líderes a nivel regional coinciden en la necesidad imperativa de dejar de percibir la maternidad como un obstáculo y enfocar los esfuerzos en construir soluciones tangibles que permitan a las mujeres desarrollar plenamente su potencial profesional.
Para Camila Hermosilla, encargada de la Unidad de Género del Gobierno Regional del Biobío, parte importante de este cambio de mentalidad debe emanar de los empleadores. “Las organizaciones productivas -señala- siguen creyendo que contratar a una mujer tiene aspectos negativos, como el hecho de que suelen ser las cuidadoras y pueden retirarse antes o no hacer horas extras. Esto cambiaría si se considerara que los hombres también deben responsabilizarse de estas actividades”.
“Al implementar políticas públicas y generar un cambio cultural que promueva la corresponsabilidad y la equidad de género, podemos construir una sociedad donde las mujeres tengan la libertad de elegir su camino profesional sin renunciar a su maternidad”
Paula Marín, directora regional de fundación Prodemu.
Aún en Chile, afirma Hermosilla, se siguen poniendo barreras para la incorporación de mujeres al trabajo, “pero también existen estudios, por ejemplo, los realizados por la CPC en el Biobío y a nivel nacional, que hablan de que, efectivamente, su incorporación genera entornos más diversos, más equitativos, más resilientes, creativos… Hoy podemos ver algunos resultados tangibles de que mejora la rentabilidad y la productividad dentro de las empresas”.
Sin embargo, asegura, los roles asignados histórica y culturalmente están arraigados incluso en ellas mismas. “Muchas tienen la creencia de que su labor principal es cuidar, ya sea de sus hijos, de sus padres, de sus colegas, etc.”, por lo que no es fácil acelerar una transformación en este sentido.
En esta misma línea, la psicóloga de la Universidad Andrés Bello Claudia Riquelme, agrega que “mientras la crianza, las labores domésticas y de cuidados de los miembros vulnerables de la familia sigan siendo una labor principalmente femenina, y privada, mientras la sociedad no se oriente hacia una cultura de cuidado corresponsable, en que no solo la familia consanguínea tome una actitud activa en el resguardo de sus miembros, sino que la comunidad sea también co-garante de ello, las mujeres y especialmente las más vulnerables, seguirán sosteniendo funciones imprescindibles a costa de su desarrollo personal y su salud mental, en una sociedad cada vez más individualista”.

Un fenómeno extendido
Todo lo descrito anteriormente se traduce en una baja participación femenina en el mercado laboral tras la maternidad. Y no solo en Chile. Estudios internacionales hablan de la “penalización por maternidad”, para referirse a la disminución promedio en la probabilidad de que una mujer esté empleada durante los diez años posteriores al nacimiento de su primer hijo.
La Escuela de Economía de Londres y la Universidad de Princeton, por ejemplo, analizaron el efecto de la maternidad en la participación laboral en 134 países, entre ellos el nuestro. En promedio, el 24% de las mujeres abandonan el mercado laboral durante el primer año después del parto, y esta cifra sigue siendo significativa incluso después de cinco y diez años, con un 17% y un 15%, respectivamente. En América Latina la cifra de quienes dejan su trabajo después de la maternidad es de 38%.
En Chile, agrega Riquelme, las mujeres que tienen un empleo cumplen un doble turno, “trabajan fuera de sus casas y al retornar a ellas, desempeñan labores domésticas, cuidado y apoyo escolar de sus hijos, restando tiempo para el descanso, el esparcimiento y el desarrollo de intereses personales. A otras se les impide emprender económicamente, pues se les asignan responsabilidades de cuidado de familiares enfermos o adultos mayores, especialmente padres y madres, quedando destinadas a cumplir una labor altamente demandante y no remunerada, la que desempeñan en la absoluta soledad y complicidad de la familia, no logrando ellas emanciparse de este sino, al estar plenamente convencidas que les corresponde”.
Estas tareas, asegura, se vuelven mucho más estresantes cuando además la mujer es jefa de hogar, recayendo sobre sí la función de satisfacer la totalidad de necesidades del grupo familiar, por lo que no es extraño que, dentro del universo femenino, tengan la peor salud mental, con trastornos como depresión y ansiedad, que se desprenden del cansancio, frustración y la culpa de no ver satisfechas las expectativas propias, familiares y sociales.
Un cambio de paradigma
La maternidad no debe ser un obstáculo para el desarrollo profesional de las mujeres. Al implementar políticas públicas y generar un cambio cultural que promueva la corresponsabilidad y la equidad de género, podemos construir una sociedad donde las mujeres tengan la libertad de elegir su camino profesional sin renunciar a su maternidad, asegura Paula Marín, directora regional de fundación Prodemu. La educación desde su etapa inicial y la formación en el hogar son, a su juicio, claves para derribar el actual paradigma de que solo ellas son responsables del cuidado.
“Trabajamos con muchas mujeres, la mayoría son emprendedoras porque les permite flexibilizar el horario para el cuidado. Si los niños y niñas van al colegio por la mañana, ese horario es su período de trabajo. Luego, en la tarde, se encargan del cuidado. La única forma de enfrentar como sociedad esta brecha es haciéndonos cargo todas y todos de la corresponsabilidad”.
Esta realidad, si bien se acentúa en segmentos más vulnerables, también está presente en cargos de alta dirección. Así lo menciona Lilian San Martín, quien ha trabajado en la reducción de la brecha de género desde la academia, pero también desde la ciencia y la visibilización del trabajo femenino.
“Existen diversos factores que inciden en esta realidad, entre ellos la carga del cuidado, las interrupciones en la carrera y la percepción del compromiso de las mujeres”, señala. “La responsabilidad del cuidado de los hijos recae mayormente en las mujeres, lo cual puede limitar su capacidad para participar en reuniones o instancias de networking, lo que a su vez puede frenar su carrera profesional”.
Las mujeres, asegura la ingeniera, suelen concentrarse en cargos de mediana jerarquía, perdiendo oportunidades de asumir cargos de alta dirección. En Chile, el 38% de las empresas no tienen ninguna gerenta mujer, y el 47% no tienen ninguna mujer en su directorio. A este ritmo, lograr la igualdad de género en los directorios de las empresas del IPSA tomaría 64 años.
Es hora de dejar de ver la maternidad como un problema y comenzar a verla como una oportunidad para crear un mundo más justo e inclusivo para todas las personas
Destaca cuatro elementos clave a tener en cuenta: la carga del cuidado de los niños, que puede interrumpir la carrera profesional; la percepción del compromiso, ya que las mujeres suelen asumir más trabajo adicional debido a su responsabilidad familiar; la reducción de redes de contacto por actividades fuera del horario laboral; y la falta de políticas de trabajo flexible que permitan equilibrar las responsabilidades familiares y profesionales. “Es importante que las empresas y organizaciones implementen políticas de trabajo flexible y proporcionen espacios para guarderías en el trabajo, entre otras medidas “, concluye San Martín.
Es hora de dejar de ver la maternidad como un problema y comenzar a verla como una oportunidad para crear un mundo más justo e inclusivo para todas las personas, coinciden las expertas. Hoy día se llama a las mujeres a ser líderes en sus distintas actividades, a ser buenas madres, a “empoderarse”, pero tal como reflexiona una reciente columna publicada por el diario El País, a propósito del Día de la Madre: “una cosa es empoderar a la mujer en el mundo laboral, recordarle lo talentosa e inteligente que es, llenar las calles con publicidad llena de eslóganes inspiradores; pero si no se está trabajando a la par la corresponsabilidad dentro del hogar, entonces no se le está empoderando, se le está explotando.