
Médico veterinaria de la USS y magíster en Ciencias Mención Oceanografía de la UdeC, es exploradora de National Geographic y cofundadora del Centro de Estudios de Mastozoología Marina. Recientemente fue distinguida por el Proyecto Darwin 200 por su trabajo en pro de la conservación marina.
Por Cecilia Díaz R.
– ¿Con qué juguete relacionas tu infancia?
– Fue súper variado, jugué mucho con tierra, pero también con barbies. Creo que lo más especial, más allá de un juguete, era salir y jugar con mi hermano mayor y ver insectos, ver la naturaleza. Teníamos un programa de radio, siendo él 17 años mayor que yo y 22 años mayor que mi hermana menor, se dedicaba a jugar con nosotras. Es una linda manera de describir mi infancia. También mi papá había tenido un museo marino, entonces, muchas cosas de ese museo quedaron en la casa, y viví momentos que me marcaron muchísimo, por ejemplo, una jaiba que creció en un acuario, la Tomasa, esa experiencia fue muy, muy significativa.
– ¿Qué lección fundamental te dejó tu paso por el Colegio La Asunción?
– Lo que atesoro con más cariño, y que fue determinante para mi desarrollo, es que los últimos años me hizo Biología el profesor Juan Carlos Aránguiz. En tercero medio nos llevó al Museo de Historia Natural de Santiago, era mi primera vez en la capital, y ver ese museo fue tan significativo para mí que, en parte, reforzó mi amor por las ciencias naturales.
Autoexigente y soñadora
– ¿Eres muy autoexigente?
– Sí, muchísimo sobre todo porque siempre siento que tengo que cumplir expectativas, antes era peor, con la edad he ido tratándome mejor, siendo más amable y preocupándome de estar bien y estar feliz conmigo.
– ¿Qué característica heredaste de cada uno de tus padres?
– De mi mamá, mi amor y compromiso con la educación, la ternura, entender el amor como base de todo en la vida. De mi papá, lo soñadora y de apostar todo por los sueños, a veces sin medir tantas consecuencias.
– ¿Cómo es tu relación con tus hermanos?
– ¡Maravillosa! Mis hermanos son lo más importante de mi vida.
– ¿Cuál ha sido el momento más difícil de tu vida?
– El reciente y prematuro fallecimiento de mi hermano mayor.
– ¿Cuál ha sido el sobrenombre más gracioso que te han dicho?
– Caldo, por Calderón, en el colegio por varios años me dijeron Caldo.
Especiales ballenas
– ¿Qué tienen de especial las ballenas?
– ¿Qué no tienen de especial? Yo creo que esa es la pregunta, son maravillosas desde muchos puntos de vista, pero lo que más me llama la atención, no solo de las ballenas, sino que de los cetáceos en general, es su cohesión social y lo mucho que nos “parecemos”, eso me invita siempre a la reflexión.
– ¿Tienes esperanza en que las actuales y futuras generaciones se preocupen de conservar las especies en riesgo de extinción?
– Toda la esperanza, soy muy positiva en ese sentido, tanto que me asusta a veces; de lo contrario, todo lo que hago no tendría mucho sentido.
– ¿Qué desafíos tenemos como país en esta área?
– Demasiados, desde lo típico: mayor financiamiento, hasta empezar a ver la conservación marina de manera más horizontal y que sea más participativa, existen iniciativas de conservación concretas, pero que separan a las personas, aún más, de la naturaleza, yo no logro separar nuestra vida de la vida de todos los ecosistemas. De hecho, nuestra salud depende de la salud de los ecosistemas.
– ¿Practicas algún deporte?
– Voy al gimnasio, hice mi licencia de buzo autónomo, hago yoga, pero ninguno a tiempo completo o en competencias. Simplemente me gusta estar en el mar, ir a yoga me ha salvado el alma.
– ¿Te gusta viajar? ¿Cuál es tu destino favorito?
– ¡Sí! Me encanta, conocí Estambul el 2019 y me enamoré, volvería mil veces.
– ¿Qué libro es imprescindible en tu vida?
– Muchos, pero “Cien años de soledad” es uno de mis favoritos. Por supuesto, también todos los de Julio Verne.
– ¿Cuál es tu peor defecto?
– No saber decir que no, para que no piensen que tengo mala voluntad o algo así.
– ¿Cuál ha sido el desafío más relevante que has debido asumir?
– No tener una vida como todos esperan, un trabajo común, hacer una sola cosa. Ese ha sido un desafío, pero no me arrepiento y no lo cambio por nada.
– De todos los premios que has recibido, ¿cuál es el más relevante para ti? ¿Por qué?
– Todos, ser exploradora de National Geographic, aunque no es un premio propiamente tal, sino que una categoría que se obtiene cuando te ganas un fondo. Pero, sin duda, lo relaciono con lo que sentía cuando niña y veía NatGeo, fue como concretar un sueño de infancia, que no sabía que tenía jajaja. Luego le sigue ser TEDx Speaker, porque justo un mes antes de que me tocara dar la charla, un día pensé “¿Algún día daré una charla TED?” y a la semana me llamaron… y quedé impactada, entonces obvio que fue muy importante y especial.
– ¿Te consideras un ejemplo para la juventud?
– Siempre somos un ejemplo bueno o malo, pero somos, pero intento más que eso, inspirar a otras niñas sobre todo a seguir sus sueños.
– ¿Cuál es tu máximo sueño?
– La verdad es que no pienso tanto en eso, por ahora quiero hacer y concretar un cortometraje que escribí, más adelante estoy abierta a lo que la vida me entregue, solo puedo decir que hasta ahora he sido muy feliz.