Medalla de Plata en canotaje en los Panamericanos 2023, aunque admite que ha pasado por momentos amargos en su trayectoria deportiva, continuará esforzándose por alcanzar otros logros. Además, tiene el desafío de retomar sus estudios de Enfermería en la USS.
Por Cecilia Díaz R.
– De niña, ¿tuviste algún héroe o heroína?
– No, pero a medida que he ido creciendo y he ido entendiendo la vida, diría que mi mamá y mi abuela paterna.
– Por ser la menor de tres hermanos, ¿eres muy regalona?
– Cuando chica sí y bastante, porque soy bien llorona, lloro por todo y me ponía a llorar siempre, pero ahora la más regalona es mi hermana. He estado harto tiempo fuera de la casa y he tenido que vivir varias experiencias fuertes sola, me he hecho más independiente.
– Al pensar en tu etapa de colegio, ¿cuál es el primer recuerdo que surge?
– Llorar jajaja, cuando llegué al colegio, en segundo básico, lloraba todos, pero todos los días, llegaba al colegio y lloraba. Mi hermana, que iba en quinto, me iba a dejar a la sala y yo llorando; ahora pienso que ella igual era chiquita.
– ¿Qué sello te dejó el Colegio Madres Dominicas?
– “Saber más para servir mejor”. Siempre pienso en esa frase, era su lema, siempre fue un colegio exigente, siempre aspirar a más, siempre nos inculcaron los “valores dominicanos”.
Campeona sudamericana
– ¿Qué hecho marcó tu decisión de dedicarte al canotaje?
– La primera vez que salí campeona sudamericana, esa sensación de satisfacción y el escuchar tu nombre cuando dicen campeona…
– ¿Cuál ha sido el triunfo más significativo?
– La medalla de plata panamericana y quizás no tanto por el resultado, obvio que es importante, pero más por todo lo que viví el 2022 que ha sido mi peor año deportivo y emocional. Hubo tanta gente que comentó que el bote no iba a funcionar.
– ¿Admiras a algún deportista?
– En canotaje admiro a muchas. Pero podría decir que el Nico Massú, con su famosa frase me inspira, me hace creer que nada es imposible, además ser campeón olímpico no debe ser nada fácil, muchos quieren y pocos pueden.
– ¿Tienes alguna cábala?
– Antes sí, pero empecé a quitarme esa manía, porque al final si no lo hacía me decía “perdí por esto”, cosa que no es así y me carga estar pensado de esa forma.
– ¿Qué crítica te ha generado mayor dolor?
– Que me dijeran que era una deportista “elegida al dedo”, cuando jamás, pero jamás me han dado algo.
– ¿Cuál ha sido tu mayor fracaso?
– El 2022 competí en los Juegos Bolivarianos de Valledupar y quedé tercera, no esperaba ese resultado y me dolió bastante, yo iba por el Oro.
– ¿Qué sientes cuando estás compitiendo?
– Nada jajaja, a veces me digo “tranquila, tranquila” mientras voy remando u otras veces, cuando ya voy a la mitad de la carrera, pienso “no queda nada aguanta, aguanta”, pero como es tan rápido, no me permito sentir tanto, solo hay que hacerlo, es mucha adrenalina.
Sacrificios y proyección
– ¿Sientes que has sacrificado aspectos personales por dedicarte al deporte?
– Demasiados y he llorado un montón por eso y muchas veces me pregunto si vale la pena, partiendo que sacrifiqué casi toda mi Enseñanza Media, ahora mis estudios universitarios. También cumpleaños, en vacaciones siempre se junta la familia en el campo de mi abuelo y me he perdido muchas veces eso, en la foto familiar casi nunca estoy y, aunque diga como talla dibújenme, me duele.
– ¿Cómo piensas conciliar el deporte con tu profesión?
– Cuando logre ejercer mi profesión, ya no haré deporte de alto rendimiento, soy consciente de que ambas cosas necesitan tiempo y dedicación, y para hacer dos cosas mal, mejor no hacer ninguna.
– ¿Tienes algún pasatiempo?
– Aprendí a tejer, un día, encerrada en el Centro de Entrenamiento, estaba aburrida y me compré un crochet y lana, puse YouTube y aprendí a tejer, les hice chalecos a mis tres perros, me he tejido cintillos, un chaleco y un top.
– ¿Qué tipo de música prefieres?
– De todo, en mi Spotify van a pillar folclor, música de Disney, rap, reguetón, pero siempre termino escuchando lo mismo, soy muy cebollera, no sé por qué, pero me motivo con la música más dolida jajaja, canto mal, pero con mucho sentimiento.
– ¿Algún viaje inolvidable que hayas hecho?
– A Rusia, a un campeonato, jamás podré olvidar lo que viví, fueron casi dos días y medio de viaje, muchas escalas y mucho miedo, sin saber el idioma y primera vez que hacía un vuelo sola tan lejos, me perdí en Francia, en Estambul tenía una escala de siete horas, no dormí por miedo a que me robaran mis cosas, llegué a Rusia, no había internet en el aeropuerto (solo para la gente con número ruso), no sé inglés (debo aprender, lo sé) menos ruso y no tenía internet para traducir nada.
– ¿Cómo definirías tu carácter?
– Sensible y fuerte jajaja soy muy llorona, pero cuando tengo algo en la cabeza y estoy decidida, nadie me lo saca, soy de aguantar mucho.
– ¿Cómo te proyectas en 20 años más?
– Con la carrera lista jajaja, trabajando en lo que me gusta (si no se puede igual está bien), con mi propia casa, mi familia, un perrito callejero adoptado y con una hamaca en el patio de la casa en la que pueda descansar.
– ¿Cuál es hoy tu máximo sueño?
– Tener el título de enfermera. Si me hubieran preguntado hace dos años, hubiera dicho clasificar a los Juegos Olímpicos, hoy ya no es solo clasificar, ahora sueño con una medalla olímpica.