Francisco Aravena, cantante: “Sueño con representar a Chile en el Festival de Viña”

Aunque radicado en Santiago hace siete años, este cantante con profundas raíces penquistas viaja a Concepción frecuentemente para presentarse en diversos escenarios. A sus continuos viajes, suma las clases que imparte en la Usach y la preparación de un nuevo material que lo tiene expectante. Se vienen sorpresas, dice.

Por Cecilia Díaz R.

– Al evocar tu infancia, ¿cuál es el primer recuerdo que viene a tu memoria?

– Algarabía, familia y mucha, mucha música.

– ¿Qué melodía te traslada a tu niñez?

– “Volver con la frente marchita, la nieve del tiempo platearon mi sien…”

– ¿Cómo definirías la relación con tu único hermano?

– Una relación hermosa, muy hermanable, muy unida, con momentos lindos y harto diálogo sano, sin peleas, más allá de las clásicas de cuando uno es chico, pero de verdad una muy linda relación.

– ¿Qué enseñanzas fundamentales te dejó tu paso por el Colegio de los Sagrados Corazones?

– Yo creo que el servicio, mucho voluntariado, haciendo reparaciones. Creo que el estar al servicio de los demás y poder entregar lo que uno pueda.

– ¿Cómo crees que te recuerdan tus compañeros de aquellos años?

– Yo creo que con cariño y también como el que tocaba la guitarra y cantaba en todo, en los eventos, misas, en lo que fuera.

Autoexigente

– ¿Cuál ha sido el momento más difícil de tu vida?

– Hace ya once años falleció uno de mis grandes amigos, se lo llevó una enfermedad, ese fue un momento difícil. Decidirme a dedicar mi vida a la música también fue un momento difícil sobre todo cuando se lo tuve que decir a mis padres.

– ¿Eres muy autoexigente?

– Sí, muy autoexigente, pero también he ido aprendiendo a ir soltando, sobre todo a nivel profesional y musical.

– ¿Qué libro es imprescindible en tu vida?

– Para mí el libro de Técnica Vocal Completa de Cathrine Sadolin, que es una tremenda vocal couch. Me ha servido mucho esa metodología de canto, para mí personalmente como cantante y para enseñar canto también.

– ¿Cuál es tu peor defecto? ¿La mayor virtud?

– Mi peor defecto es ser muy exigente, pero por ahí dicen que el mayor defecto es la mejor virtud, entonces ser exigente, disciplinado y constante, ha sido para mí algo importante para dedicarme a la música. Y también, como defecto, el ser malgenio, tengo un carácter fuerte.

– ¿Qué herramientas te otorgó estudiar Pedagogía en Música en la U. de Concepción?

– La teoría, aprender armonía, los conceptos básicos de la música, pero creo que particularmente con mi profe Fernando Lillo, que fue mi profe de guitarra, con él conocí el mundo de la bossa nova, y la armonía popular de la guitarra que son cosas que me marcan hasta hoy día.

De la nutrición a la música

– ¿Te has arrepentido alguna vez de haberte dedicado a la música?

– Creo que no, desde chico para mí fue un camino claro, solo que me costó tomarlo, porque no fue lo primero que elegí, de hecho, estudié Nutrición un año, en la U. Católica de la Santísima Concepción. Pero no me he arrepentido, han sido más las satisfacciones que las penas y sufrimientos que me ha entregado la música.

– ¿Qué extrañas de tu vida en Concepción?

– Creo que el que todo esté cerca, la familia, los amigos, el aire y también la vida de Concepción, que es una vida rica a nivel cultural. Me gusta Concepción.

– ¿Cuál ha sido el desafío profesional más relevante que has debido asumir?

– Por un lado, el haber estado en un programa como The Voice, que es una franquicia tan importante y, además, en ese tiempo yo estaba enfrentándome a escenarios grandes hacía poco, así es que fue un desafío grande. Creo que salimos airosos. Y, por otro lado, ser profesor de la Usach, desde el año pasado. También ha sido un desafío lindo, al principio con un poco de susto, pero ahora ya con hartas herramientas y sobre todo con el cariño de los alumnos que ha sido fundamental.

– ¿Cuál es tu próximo desafío?

– No puedo decir tanto, pero se viene un proyecto grande musical, con un single muy bonito, con un productor muy importante y con un video clip, así es que ¡atentos y atentas!

Luis Miguel, Sinatra y otros

– ¿Quién es tu cantante preferido?

– Qué difícil, pero podría nombrar, entre los de habla hispana, a Luis Miguel y Nino Bravo, y en inglés, podrían ser Frank Sinatra, Tom Jones. También Caetano Veloso, hay varios, hay varios…

– ¿Qué estilo musical prefieres?

– No soy muy regodeón, me gusta la música que te mueve la patita, que te puede evocar algo. Esa es la música que me gusta, no tengo un estilo tan marcado.

– ¿Qué sientes cuando escuchas reggaetón?

– La verdad es que no tengo mucho prejuicio con la música, lo que sí me complica del reggaetón es el contenido de los textos, que a veces se desmarca de lo que puede ser una canción, una historia, quizás tiene un contenido más burdo.

– ¿Tienes algún sueño pendiente?

– Representar a Chile en el Festival de Viña ya sea en la competencia internacional o en la competencia folclórica.

– ¿Vivir de la música es una posibilidad real en Chile?

– Absolutamente, es como cualquier trabajo, solo hay que ponerle harto empeño porque al principio es difícil, pero después entrega hartas satisfacciones.

– ¿Qué objetivo quieres lograr a través de la música?

– Sobre todo ahora que estoy preparando mi material, el objetivo es darme a conocer como artista y eso significa mostrar un concepto y mostrar quien yo soy a través de la música.

– ¿Piensas volver a radicarte en Concepción en algún momento de tu vida?

– No lo descarto, pero por ahora no es una opción. Estoy yendo un montón a Concepción, pero radicarme por el momento no, quizás puede ser en el futuro.

– ¿Cómo te proyectas en 20 años más?

– Voy a estar cerca de los 60 años, así es que espero que con una familia. No sé qué me deparará el destino, pero sí con un estudio de grabación probablemente, grabando música, haciendo música, arriba de los escenarios. Y, si se puede y todo anda bien, con mi compañera hermosa, Bárbara, con quien vamos muy bien, así es que me imagino en 20 años con ella, disfrutando la vida y haciendo música.