
Qué aspectos influyen para desarrollar esta enfermedad y cómo revertir el diagnóstico tardío son algunos de los lineamientos que entregan los especialistas locales.
Por Camila Meza S.
2,2 millones personas a nivel mundial fueron diagnosticadas con cáncer de mama, una cifra que va en aumento a medida que más países acceden a mejores métodos de diagnóstico. Asimismo, según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), una de cada 12 mujeres tendrá cáncer de mama. De hecho, es la patología más frecuente de su categoría en el mundo.
En Chile durante 2020 se diagnosticaron 55 cánceres de mama por cada 100 mil mujeres y murieron en el año 17,3 por cada 100 mil. Lo anterior de acuerdo con datos de Globocan (proyecto de la International Agency for Research on Cancer, IARC).
Si bien se ve también en hombres, es 100 veces más frecuente en mujeres, además, el riesgo aumenta progresivamente con la edad, generalmente a partir de los 50 años. Entre más adulta, más riesgos. Así también lo demuestran las cifras del Ministerio de Salud, pues de los decesos registrados este año, solo 14 eran hombres y el promedio de edad de los fallecidos era de 67 años.
Luisa Martínez, matrona de la Unidad de Patología Mamaria Hospital Las Higueras, explicó que esta enfermedad es una proliferación anormal y desordenada de células mamarias malignas que conduce al crecimiento descontrolado dentro de la mama tiene la capacidad de invadir a otros órganos. Actualmente es considerada una patología con Garantías Explícitas en Salud (GES), por lo cual, ante cualquier sospecha tanto en hombres como en mujeres sobre 15 años, se tiene acceso a diagnóstico, tratamiento, seguimiento y cuidados paliativos.
La matrona declaró que los primeros síntomas que se pueden identificar son la existencia de bulto en la mama o la axila, irritación o hundimientos en la piel, enrojecimiento o descamación en la zona del pezón o la mama, dolor, secreción del pezón, protuberancia o cualquier cambio en el tamaño o la forma de la mama. “Entre los factores de riesgo se encuentran ser mujer, antecedentes familiares de cáncer de mama, sobrepeso y obesidad, consumo de alcohol y tabaco, uso de anticonceptivos o terapia de remplazo hormonal, no haber tenido hijos o después de los 35 años, tener más de 50 años. En contraparte, los factores protectores son mantener una alimentación saludable, practicar deporte y amamantar”. Por lo que se recomienda mantener controles médicos al día, autoexamen de mama una vez al mes, hacer actividad física, mantener un peso saludable, elegir no beber alcohol ni consumir tabaco, y amamantar.

Mes de la concientización
La conmemoración internacional del mes y concientización acerca del Cáncer de Mama se desarrolla durante octubre, específicamente el 19 de octubre que es el Día Internacional de la Lucha contra el Cáncer de Mama, y tiene como objetivo sensibilizar y concienciar sobre la importancia de la prevención y la detección precoz de esta patología, que afecta con mayor incidencia a mujeres de entre 40 y 60 años.
Carmen Bücher, radióloga del Hospital Dr. Guillermo Grant Benavente, aseguró que “que en este momento el cáncer es la gran epidemia que toca vivir como población a partir de la pandemia. Muchos pacientes tuvieron que postergar sus controles o no acudieron a tiempo y estamos viendo un auge de casos de cáncer, especialmente de las mujeres cáncer de mama que llegan en forma más bien tardía. Entonces lo que queremos hacer es que las pacientes vuelvan a sentirse confiadas que pueden retomar sus controles y que acudan a tiempo y no se dejen estar”.
La radióloga subespecialista de imágenes mamarias del Centro de Responsabilidad de Imagenología manifestó que “cuando ya aparece alguna molestia es porque llegamos tarde, pero lo que más queremos como especialistas de imágenes es poder pesquisar el cáncer en su etapa precoz, en su etapa inicial y temprana. Todo el equipo con el que trabajamos, que son los cirujanos de mama, los oncólogos, los radioterapeutas y los médicos de cuidados paliativos, podemos hacer que la paciente tenga un mejor vivir. En muchos casos si llegamos a tiempo, la paciente puede sobrevivir a su cáncer 10, 20, 30 años y eso no es menor para una mujer que generalmente está alrededor de los 40, 50 años y que tiene una familia detrás”.
“Cuando ya aparece alguna molestia es porque llegamos tarde, pero lo que más queremos como especialistas de imágenes es poder pesquisar el cáncer en su etapa precoz”
Carmen Bücher. Radióloga Hospital Dr. Guillermo Grant Benavente.
La profesional indicó que para prevenir que aparezca un cáncer tardío, la paciente debe acudir a su matrona, a su médico o a su CESFAM y pedir hacerse una mamografía. Se puede acceder a una mamografía gratuita cada tres años que no necesita orden médica, ya sea para quienes estén en FONASA o en ISAPRE y que tengan entre 50 y 69 años. “Para llegar a tiempo se ha demostrado a nivel internacional que lo que realmente salva la vida de las mujeres y evita que se mueran por cáncer de mama, es hacerse una mamografía todos los años a partir de los 40 años. Entonces la mamografía que ofrecen gratuita y sin orden médica, sirve cada tres años solamente y partiendo los 50. Entonces la mujer a los 40 años debe acudir a su CESFAM, a su matrona o a su médico y pedirle una orden de mamografía y es hacerse a todos los años. Eso es lo que ha demostrado realmente cómo bajan los índices de muerte por cáncer de mama en las mujeres”.
Aunque también ese examen se puede tomar a pacientes varones, tan pronto tengan alguna sospecha, un aumento de volumen en una de las mamas, que se palpen una dureza o que aparezca alguna lesión en la piel o alguna situación por el pezón. Otra cosa importante también para considerar es que se puede hacer mamografía en la mujer que esté embarazada o que esté dando pecho. “Ante cualquier duda que aparezca una sospecha de cáncer en las mujeres jóvenes que están embarazadas o que están dando pecho, se puede hacer una mamografía. Eso nos la contraindica. Nos hace a nosotros los radiólogos un poco más difíciles porque tenemos que usar ecografía también para salir de duda, pero la mamografía es la que nos va a dar una idea si hay algo escondido adentro de esos pechos que están con unos cambios hormonales propios de la fisiología de la condición de embarazo o de lactancia”, aclaró Bücher.
Relación con el alcohol
De acuerdo con ambas especialistas existen diferentes factores de riesgo que incrementan las posibilidades de padecer cáncer de mama, sin embargo, uno que se presenta como desconocido es el consumo de alcohol. Ambas aristas han sido exploradas de manera separada, aunque no se sabe mucho sobre esta relación oncológica.
Así lo indica el Jefe del Departamento de Salud Pública de la Facultad de Medicina de la UCSC, Raúl Aguilera, quien sostuvo que “es irónico que mientras algunas campañas publicitarias nos presentan el alcohol como un símbolo de empoderamiento, la realidad científica nos muestra que puede ser un factor de riesgo para la salud. La ciencia ha sido clara: existe una relación proporcional entre el alcohol y el cáncer de mama. Esto significa que a medida que se incrementa la ingesta de alcohol, también se aumenta el riesgo de desarrollar esta enfermedad. Las rutas biológicas implicadas son variadas y todas apuntan en la misma dirección”.
Aguilera comentó que lo que resulta particularmente preocupante es que no solo se hace referencia al consumo excesivo, sino que cantidades moderadas de alcohol pueden influir en el riesgo. Por lo que la recomendación general de “consumo con moderación” puede ser insuficiente en este contexto.
“La ciencia ha sido clara: existe una relación proporcional entre el alcohol y el cáncer de mama”
Raúl Aguilera. Jefe del Departamento de Salud Pública, Facultad de Medicina UCSC
“Ofrecer una visión completa de los efectos del alcohol y poner a disposición toda la información permite que cada individuo pueda tomar decisiones informadas. Para algunas mujeres, especialmente aquellas con predisposiciones genéticas, limitar o eliminar el consumo de alcohol podría ser la decisión más sabia. Es vital que las voces que hablan sobre los riesgos del alcohol resuenen más fuerte que el eco de los brindis y celebraciones. El alcohol y el cáncer de mama son una combinación que no podemos pasar por alto. Cada elección, cada trago cuenta. Es momento de actuar con consciencia e información. Es hora de proteger nuestra salud y la de las futuras generaciones”, concluyó el especialista.