Especialistas apuntan a exámenes previos y preparación física adecuada para evitar contratiempos a la hora de practicar alguna disciplina deportiva después de un período de inactividad.
Érico Soto M.
Deportista aficionado, esporádico o de fin de semana, es una denominación que se aplica a quienes realizan algún tipo de actividad física eventual, como partidos de fútbol con amigos, salir a correr por la ciudad o unirse a alguna rutina de ejercicios de manera regular. Un perfil de atleta que se incrementa sobre todo en adultos, en casos en que el poco tiempo disponible lleva a postergar la práctica deportiva, aunque esta requiere de una serie de precauciones para evitar lesiones y otras complicaciones físicas.
Los riesgos pueden pasar tanto por afecciones asociadas a la condición física o cardiovascular de las personas, como por las lesiones más específicas que provienen de la práctica particular de una disciplina, luego de que la persona ha dejado de hacer actividad física y se encuentra expuesta a lesiones por el hecho de no estar en condiciones para realizar el deporte.
Preparación
El doctor Carlos Clares, médico traumatólogo especialista en actividad deportiva, plantea que justamente después de la pandemia se hizo manifiesto un comportamiento de menor actividad física en la gente, con el consiguiente aumento de peso, considerando además un elevado porcentaje de la población con afecciones, como hipertensión y diabetes, sin controles exhaustivos.
“El primer riesgo es que haya una complicación de sus enfermedades cardiovasculares, por el hecho de no estar preparados y por tener un aumento de peso o descompensación de sus enfermedades. La persona que va a empezar a hacer actividad más regular, evidentemente, puede tener algún problema con esa condición de salud general”, advierte Clares.
La recomendación, entonces, pasa principalmente ir al médico, realizarse los exámenes respectivos y controlar las enfermedades generales, como temas nutricionales para control de peso, antes de ponerse a hacer deporte.
“Después, ya son lesiones más específicas. La persona que ha dejado de hacer actividad física, o no ha realizado antes, está expuesto a lesiones por el hecho de no estar en condiciones generales preparado para la práctica. Por ejemplo, lesiones de rodilla, tobillo y las que son muy frecuentes, las lesiones musculares”, agrega el médico traumatólogo.
Afecciones
Así como los deportistas profesionales o de elite realizan un período de aclimatación o pretemporada, antes de someterse a un ritmo de competencia, los especialistas recomiendan realizar una preparación física previa, de acuerdo con el nivel de ejercicio que cada uno quiere hacer.
El deportista ocasional, independiente del deporte que realiza, está propenso a tener lesiones musculares con mayor frecuencia, ya que realiza grandes esfuerzos físicos en un espacio de tiempo muy concreto y sin ninguna regularidad.
Cristian Yáñez, académico de Kinesiología UCSC, señala que la frecuencia de las lesiones está dada según la cantidad de actividad física realizada en un tiempo determinado, pero “en un deportista ocasional es variable, ya que va a depender de su condición física de base, alimentación y qué elementos de protección utiliza, etcétera. Lo importante es saber que estos individuos si no tienen un cuidado acorde a la actividad, la frecuencia de lesiones va a ser mayor”.
Recuperación
Sobre las lesiones más comunes en este ítem, se cuentan la de dolor muscular de aparición tardía (DMAT), lesiones microscópicas a nivel muscular que aparecen después de cada actividad física realizada con esfuerzo. Otras típicas lesiones son las musculares como espasmos y contracturas, que suelen durar una semana post actividad, y se hallan comúnmente en extremidades inferiores, en donde también aparecen las lesiones tendinosas, frecuentes en este tipo de deportistas.
“Los dolores lumbares también son de alta frecuencia en deportes en los que se exige mucho, ocasionando molestias y acarreando problemas en el día a día, y que pueden transformarse en lesiones crónicas. Para un deportista ocasional, es importante tener en cuenta que los riesgos de lesión son más altos si las condiciones físicas no son las adecuadas, es por esto que tener un buen acondicionamiento y preparación (según el deporte) es importante antes de comenzar una actividad deportiva intensa”, agrega Yáñez.
Sobre los tiempos de recuperación de cada lesión, el médico Carlos Clares subraya que los deportistas esporádicos tienen una desventaja evidente comparándose con quienes desarrollan una preparación más ardua, pues el tiempo de respuesta y regreso a la actividad deportiva se hace notoriamente más extenso.
“La recuperación es más lenta en quienes no están habituados al deporte. Se demoran por lo menos el doble en recuperarse de un desgarro muscular grande, que un deportista de elite, de alto rendimiento. Y cuando vuelven a hacer deporte, no vuelven en buenas condiciones, pues hay un periodo en que dejaron de hacer actividad física, durante la lesión, y obviamente deterioraron su condición general”, señala el profesional.