Surgió como método alternativo para hacer transacciones y en los últimos años ha experimentado una gran presencia en la la economía mundial, con características propias y alta volatilidad como riesgo para inversionistas.
Érico Soto M.
La criptomoneda, también conocida como moneda virtual, criptodivisa o criptoactivo, es un tipo de cambio que solo se comercializa vía online y no posee un respaldo físico determinado. Se trata de una creciente alternativa para transacciones en Internet, que tanto en Chile como el mundo ha prosperado en los últimos años, con cerca de 8.500 existentes, tanto por el número de usuarios que las utilizan como por la gran cantidad de dinero y especulación que generan.
Los expertos aclaran que no son emitidas ni respaldadas por un Banco Central, comenzando su funcionamiento como un método alternativo para hacer transacciones sin intermediarios. Satoshi Nakamoto, creador de Bitcoin, se basó en el hecho de que las transacciones debían ser públicas y poder lleva la cuenta de todas las transacciones realizadas por todos los usuarios de la red. Poco a poco su masificación terminó justificando esa innovación.
Francisco Ortiz, Jefe de Carrera Ingeniería en Información y Control de Gestión en la UCSC, señala que es importante tener claro que el mercado de las criptomonedas se basa principalmente en la confianza, y que no se encuentra exclusivamente vinculado al comportamiento de la economía, sino más bien al valor que le dan las personas que las adquieren e intercambian.
“Este proceso se lleva a cabo a través del trading, en el cual las personas transan sus monedas en base a la conversión de éstas en una moneda física, como el dólar. Si bien el riesgo de inversión sigue siendo alto, efectivamente se están utilizando como instrumentos. Varias personas confían en la tecnología que se encuentra detrás de las criptomonedas y apuestan a que el mercado seguirá creciendo, en base a la seguridad que brinda y a la ausencia de un mercado, como el que conocemos, que la controle”, sostiene Ortiz.
Sobre las variables que pueden intervenir en la fluctuación de su valorización, agrega que dependerá del propio compromiso de los usuarios por mantener el precio de las monedas en relación con el valor en el cual puede ser transformado: “Sin embargo, al ser muy fluctuante, sigue considerándose riesgoso invertir en ellas, su precio fundamentalmente se encuentra asociado a la oferta existente, el valor de cómo es percibida la moneda por el mercado y acontecimientos que ocurren en la industria. No existe un gobierno o entidad que las controle, sino que se encuentran descentralizadas a través de un sistema que permite validar y confirmar las transacciones en toda la red, entregándole seguridad a cada una de ellas”.
Carlos Smith, economista de la UDD, apunta que “aún tienen cierto grado de aversión para mucha gente, porque de alguna manera no tienen el respaldo de otras monedas, o de quien las emite. Entonces, es una forma de buscar maneras distintas de poder pagar y facilitar algunos pagos”.
Sobre las ventajas que emanan de su uso, Smith añade que en “la transferencia de criptomonedas es inmediata, comparada con transferencias normales del sistema burocrático bancario. Y tiene un sistema de seguridad bastante importante, que hace que sea prácticamente inviolable”. Y como desventaja, agrega que “desde el punto de vista de la inversión para las personas, es la alta volatilidad que tienen. Para eso hay que conocer el riesgo de cada persona, y cuánto está dispuesto a perder”.
Dentro de otra de sus ventajas, Gonzalo Morales, académico de U. de las Américas, afirma que las criptomonedas hacen posible el llamado internet del valor, IoV (internet of value), que son aplicaciones de Internet que permiten el intercambio de valor en forma de criptomonedas.
“Este valor pueden ser contratos, propiedad intelectual, acciones o cualquier propiedad de algo con valor. Las cosas de valor ya se podían intercambiar antes usando sistemas de pago como por ejemplo Paypal. Sin embargo, la diferencia entre pagar con algo como Paypal y pagar con una criptomoneda, consiste en que pagar con Paypal requiere que el pago se haga a través de redes privadas como las de las tarjetas de crédito y bancos, mientras que el pago usando criptomonedas no tiene intermediarios. Va directamente del comprador al vendedor. Por lo tanto, reduce el costo de transacción puesto que no existen intermediarios, reduce el tiempo o velocidad de pago entre comprador y vendedor”, explica Morales.
Actualidad y proyección
Hoy en día, las criptomendas han ganado terreno y se está ocupando para hacer más transacciones a nivel mundial. Carlos Smith advierte que aún no se ocupa masivamente como medio comercial porque “las cosas deben estar en ese valor, y hoy son muy pocas las cosas que se transan en ese valor, que permita guardar valor en el tiempo. Las criptomendas, dada su alta volatilidad, no tienen ese rol”.
Sobre la variedad de criptomonedas y cuáles las diferencias generales que tienen entre ellas en el mercado actual, Francisco Ortiz manifiesta que si bien no hay una respuesta clara con respecto a este punto, considera que existen dos motivos primordiales en su proliferación: “Querer evitar los intermediarios en un mercado competitivo, lo que entrega seguridad y, en cierta medida, tiene un impacto en la confianza del sistema. Y, la segunda, tiene relación a que la tecnología que permite generar las criptomonedas, detrás del proceso blockchain y que permite llevar un registro digital de las transacciones realizadas históricamente. Por tanto, permite conocer en qué billeteras digitales ha estado esa moneda en el tiempo, lo que entrega seguridad a todo el proceso”.