Diálogo

Dr. Fernando Chuecas Saldías, oncólogo y hematólogo:“El acceso oportuno a diagnóstico y tratamiento es clave para enfrentar un cáncer”

El vicedecano de la Facultad de Medicina y Ciencia de la Universidad San Sebastián indica que el envejecimiento poblacional es un factor que ha influido en el aumento de la mortalidad por cáncer. Enfatiza que el país enfrenta desafíos en el acceso a tratamiento oportuno y de calidad para toda la población. Cecilia Díaz R. […]


El vicedecano de la Facultad de Medicina y Ciencia de la Universidad San Sebastián indica que el envejecimiento poblacional es un factor que ha influido en el aumento de la mortalidad por cáncer. Enfatiza que el país enfrenta desafíos en el acceso a tratamiento oportuno y de calidad para toda la población.

Cecilia Díaz R.

Hace algunas décadas la palabra cáncer era sinónimo de muerte. Gracias al avance en los tratamientos, los pronósticos han mejorado sobre todo si el diagnóstico se hace de manera precoz. Sin embargo, los tumores se transformaron en la primera causa de muerte dejando atrás las enfermedades cardiovasculares y respiratorias. Un fenómeno marcado por el envejecimiento poblacional.

Eso sucede porque a mayor edad, el riesgo de presentar una enfermedad oncológica es más alto. Sobre estos cambios epidemiológicos ocurridos en Chile, Diálogo conversó con el oncólogo Fernando Chuecas Saldías, especialista en Medicina Interna y Hematología. El vicedecano de la Facultad de Medicina y Ciencia de la Universidad San Sebastián se refirió a los cánceres más frecuentes, a sus factores de riesgo y enfatizó en la necesidad de mejorar el acceso a tratamientos oportunos.

– Según Estadísticas Vitales 2019 del INE, los tumores pasaron a ser la primera causa de muerte en Chile, ¿qué factores han influido?

– Evidentemente los cambios globales en los perfiles epidemiológicos de la población mundial se aplican también a nuestro país, que en este aspecto asume intensamente el envejecimiento poblacional, dado especialmente por el aumento de las expectativas de vida y el decrecimiento de las tasas de natalidad. Las enfermedades oncológicas aumentan su frecuencia a mayor edad en una proporción mayor que lo hacen las enfermedades cardiovasculares, y la tasa de letalidad de la enfermedad tumoral es mayor que aquellas, o sea, fallece una proporción mayor de los enfermos. Sin perjuicio de lo anterior, hace ya más de 20 años que en nuestro país el cáncer es la principal causa de muerte en menores de 45 años.

– ¿Hay diferencias por género?

– Las diferencias por sexo, o género como se usa ahora, están dadas por patologías exclusivas de hombres o mujeres, como ser, respectivamente, el cáncer de mama y el cáncer de próstata, de prevalencia y mortalidad importante en cada caso. En Chile, es más frecuente el cáncer de vesícula biliar, de mayor incidencia en mujeres, y también se sigue la tendencia mundial en el caso de cáncer pulmonar, con una mayor mortalidad femenina, probablemente por la persistencia de hábito tabáquico proporcionalmente mayor en mujeres que hombres. Un dato positivo es la disminución en mortalidad de cáncer cervicouterino, dadas las medidas preventivas, diagnóstico precoz y adecuada disponibilidad de procedimientos terapéuticos.

Muertes y edad

– ¿La tasa de mortalidad por cáncer depende del tipo de tumor? ¿En cuáles es más alto el porcentaje de letalidad? 

– Las características biológicas de los diferentes tipos de cáncer les confieren mayor agresividad a algunos que otros, lo que hace que tengan peor pronóstico debido a lo acelerado de su compromiso. Así, hay algunos con altas tasas de curación o de respuesta prolongada a tratamientos como linfomas o algunos tipos de leucemia o, por otra parte, algunos de mala respuesta a tratamiento como los de origen biliopancreático o melanoma.

– ¿Hay diferencias a nivel regional?

– En cuanto a diferencias de letalidad y el lugar del país donde se encuentre la persona, esto depende más del acceso oportuno a diagnóstico y tratamiento, que no es influido solo por factores geográficos o de acceso, sino que también de nivel educacional y de la percepción acerca de la enfermedad que se tenga en la comunidad.

– ¿Las muertes se concentran entre los adultos mayores? 

– Evidentemente, la mortalidad de la enfermedad oncológica aumenta en relación a la edad de las personas, debido a su preponderancia relativa mayor en edades avanzadas, pero especialmente a la presencia de comorbilidades, vale decir, de enfermedades asociadas como cardiovasculares, hipertensión arterial y cardiopatías, o metabólicas, por ejemplo, diabetes Mellitus, obesidad, lo que conlleva mayor riesgo durante la evolución de enfermedad y otorgan también limitantes a la administración de tratamientos adecuados.

– ¿Qué porcentaje ocurre en niños y jóvenes? ¿cuáles son los tumores más comunes en la población infanto-adolescente?

– En el caso de la población infanto adolescente, afortunadamente la prevalencia de enfermedad es menor. La mayor frecuencia se da en cánceres hematológicos como linfomas y leucemias, y en algunos más específicos de la edad infantil como tumores del sistema nervioso, hueso o formas raras de sarcomas.

Efecto del Covid 19

– ¿Se podría esperar un cambio en la tendencia a raíz de las muertes por Covid 19 registradas en 2020 y 2021?

– Es un hecho reconocido que la pandemia de Covid 19 está influyendo determinantemente en la mortalidad, así que, por ese mismo hecho, ya se evidencian tasas de mortalidad mayores en la población general. Mas el aspecto más relevante son las expectativas de mayor mortalidad futura de enfermedades crónicas, no solamente el cáncer, por la dilación en diagnóstico y tratamiento de ellas, lo que se estima permanecerá durante al menos cinco años.

– ¿Hay un real aumento de la prevalencia del cáncer o más bien se evidencian mejoras en el diagnóstico?

– Se dan los dos factores, como ya lo hemos comentado, dado el aumento de las expectativas de vida hay mayor cantidad de personas susceptibles a desarrollar cáncer, ya que este tiene entre sus factores de origen la aparición de alteraciones genéticas acumulativas y, mientras más tiempo pase, éstas pueden establecerse en mayor número, lo que puede desencadenar la aparición de un clon de células tumorales malignas. Asimismo, el hecho de contar con mejores tecnologías, pero sobre todo con protocolos de pesquisa y diagnóstico precoz del cáncer, ha hecho mejorar los registros y se está dimensionando mejor la carga de enfermedad a nivel nacional; sin embargo, es un área en que aún resta mucho por avanzar.

– ¿Cuánto influyen factores como el aumento de la obesidad y del sedentarismo en el alza de los casos de cáncer?

– De todas maneras, influyen en la prevalencia de casos de cáncer, ya sea en forma directa, por determinantes propios de esas condiciones que estimulan la aparición de la enfermedad, así como el deterioro de las capacidades de defensa del organismo que hacen que la enfermedad oncológica se manifieste en forma más precoz o de manera más agresiva, lo que influye en la mayor cantidad de casos. En el caso de la obesidad, los factores metabólicos involucrados pueden tener un rol importante en la génesis de los cambios genéticos que determinan la aparición de células tumorales.

Notables avances 

Así como en diversos ámbitos de la medicina, el área oncológica ha experimentado notables avances en los últimos años que han permitido mejorar las terapias.

– ¿Han mejorado los tratamientos en los últimos años?

– En los últimos 20 años, especialmente el conocimiento más profundo del genoma humano y las alteraciones que aparecen en él durante la enfermedad oncológica, así como el conocimiento de la biología tumoral y sus relaciones con el sistema inmune, han permitido descubrir y diseñar nuevos tratamientos, las llamadas terapias blanco o personalizadas.

“El mejor conocimiento de los factores pronósticos o de gravedad de las enfermedades permite elegir terapias según riesgo de los pacientes, evitando sobrecargar con tratamientos intensivos a enfermos con cuadros más leves”.

Explica que éstas no se basan “en el uso de fármacos que eliminaban células en forma indiscriminada, sino que localizan y afectan solo aquellas poblaciones celulares enfermas, evitando o disminuyendo la toxicidad sobre tejidos sanos, como también modulando procesos biológicos de tolerancia a las células tumorales”.

El doctor Chuecas agrega que “el mejor conocimiento de los factores pronósticos o de gravedad de las enfermedades permite elegir terapias según riesgo de los pacientes, evitando sobrecargar con tratamientos intensivos a enfermos con cuadros más leves”.

– ¿Qué tecnología diría está a la vanguardia en tratamientos?

– Hay desarrollos que involucran la inmunoterapia que permiten liberar la protección que el sistema inmune otorga en algunas oportunidades a las células tumorales, permitiendo que este sistema cumpla su rol, el que se encontraba de alguna manera secuestrado de una forma “mafiosa” por las células del cáncer que establecían una unión con linfocitos que deberían proteger al organismo. También las técnicas de modificación de genoma de linfocitos del paciente enfermo, con la instalación de productos que atacan a las células tumorales, en la llamada tecnología de CART- T (terapia de células T con receptores quiméricos de antígenos) permite afrontar enfermedades que han perdido capacidad de tratamiento por agotamiento de las vías principales de efecto antitumoral.

“No es posible con ingresos per cápita de país en desarrollo, o al menos en niveles incipientes de desarrollo, aspirar a niveles de salud que se dan en países con 3 o 4 veces más ingreso”.

El vicedecano agrega, en este listado de avances, “el desarrollo de nuevas técnicas de cirugía mínimamente invasiva o de uso de radiaciones ionizantes en formas más específicas, han permitido optimizar los tratamientos sobre todo al disminuir las complicaciones asociadas a ellos”.

– ¿En la región del Biobío hay acceso a estos tratamientos?

– En nuestra región existen tanto centros públicos y privados que cuentan con las disponibilidades para ofrecer terapias tanto quirúrgicas como de tratamiento sistémico y de radioterapia. Si bien existen profesionales calificados para la administración y control de estos tratamientos, la gran limitante es el acceso de los pacientes a aquellos tratamientos en cantidad y oportunidad, dada la demanda superior a las instalaciones y profesionales disponibles y sobre todo a la posibilidad de financiamiento tanto público como privados.

Desafíos

– ¿Cuáles son los desafíos en esta materia en el país?

– El desafío es optimizar el acceso y calidad de las prestaciones para el manejo de la patología oncológica, basados en las pautas y evidencia de costo beneficio disponibles, para toda la población independiente de la capacidad de financiamiento. Mas existe una máxima económica que se cumple a cabalidad en el área sanitaria: “las necesidades son infinitas y los recursos limitados”. Lo anterior debería hacer reflexionar acerca del nivel de salud que podemos como sociedad financiar, no es posible con ingresos per cápita de país en desarrollo, o al menos en niveles incipientes de desarrollo, aspirar a niveles de salud que se dan en países con 3 o 4 veces más ingreso. Sin perjuicio de esto, el avance, especialmente a través del Programa AUGE o GES, ha permitido una mucho mejor resolución de la patología oncológica.

Acceso, formación e innovación

-En su opinión, ¿cuál es el aporte real de la ley Nacional del Cáncer?

– Es un instrumento muy importante y necesario, en primer lugar, porque sitúa al problema de cáncer independiente de las políticas gubernamentales de turno y da mayor perspectiva en el tiempo a los programas necesarios. En segundo lugar, define y organiza la distribución de centros regionales o suprarregionales y otros más pequeños, con diferentes grados de resolución, conformando la tan necesaria red, que opere con capacidades de coordinación y complementación. Hace también referencia a la formación de capital humano, profesional, en todos los estamentos de personal sanitario, ejes fundamentales para el desarrollo de esta área. Y enfoca el tema de la investigación e innovación, para dar sentido a la realidad local de la enfermedad oncológica. Todo esto está escrito en la Ley, siendo responsabilidad de la autoridad política y sanitaria llevarlo a la práctica.